Melella, ¿Comandante en la Oscuridad?: Paralelismos entre Ushuaia y Cuba y el silencio que ampara la corrupción
Hoy, Ushuaia amaneció bajo una sombría oscuridad, una que recuerda a las persistentes penumbras de países como Cuba, donde la falta de inversión en infraestructura básica hace mella cotidianamente en la vida de los ciudadanos. Al igual que en la isla caribeña, esta situación se vive en nuestra ciudad austral bajo el mandato del «Comandante» Gustavo Melella.
La desidia y la falta de previsibilidad gubernamental, ha dejado que las turbinas térmicas de gas Rolls Royce, obsoletas y poco eficientes colapsen, debido a la alta demanda de energía por las bajas temperaturas.
La ciudad de Ushuaia, conocida por ser un punto neurálgico del turismo argentino, especialmente durante la temporada de ski, ha quedado paralizada. Los negocios no pueden funcionar, los hogares están a la merced del frío y la incomodidad, y el silencio de Melella es ensordecedor.
No hay comunicaciones oficiales claras ni soluciones a la vista. Pero, ¿podría haber algo más detrás de este apagón? ¿Es acaso esta la excusa perfecta para decretar una emergencia, habilitando la puerta a contrataciones exorbitantes y potencialmente corruptas?
El riesgo de que se aproveche esta crisis para justificar gastos superfluos y desviar fondos hacia los bolsillos de funcionarios inescrupulosos es real y no debe ser pasado por alto. Como ciudadanos, debemos mantenernos vigilantes y exigir transparencia en cada paso del proceso de resolución de esta crisis.
Al igual que en Cuba, donde la falta de inversión se ha convertido en una constante, la administración de Melella ha demostrado una incapacidad para prever y gestionar las necesidades de la población. No se trata sólo de restaurar la luz en las calles, hogares y comercios, se trata de evitar que la corrupción oscurezca aún más el futuro de la ciudad de Ushuaia y de toda la Provincia.
Es hora de exigir a nuestras autoridades acciones concretas, para evitar que Ushuaia siga en la oscuridad, tanto literal como figurada. El camino a seguir debe estar iluminado por la transparencia, la inversión y el compromiso genuino con el progreso. No debemos permitir que nuestro futuro sea secuestrado por la ineficiencia y la corrupción. La luz debe volver a Ushuaia, y con ella, la esperanza.